Adivina quien viene esta mañana,
para jugar a la esperanza
de hacer un día distinto,
más de lo que ahora no son.
Abre las puertas a su buena intención,
que ayer tan solo dormía,
y despierta de la letanía
que marca tu ritmo, y te adormece.
Hoy pasa el encantador de esencias,
por tu balcón entreabierto
esperando un gesto, un guiño,
Abre tus ojos, que no pesen sobre ti
esas lastradas puertas, y regala
este amanecer, a tu hastío.
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