Al lado de tu ausencia

Daba por hecho que el día estaba gris,
y que la luz no me acompañaría hoy,
de la calle entendí, que el frío y la lluvia
escondieran a sus gentes, 
que los caminos entristecieran,
y que los charcos vetaran un paseo por el parque.

Daba, di por hecho y quería,
que pasara cuanto antes este día, 
que no me dejaba sentirme en él,
y las ausencias se hicieron ausentes,
los recuerdos presentes,
y como siempre sin rozarte, te abracé.

Regresé con ganas de dormir a la noche,
y tumbado al lado de tu ausencia
abrí el cofre de tus presencias,
en ese lado de mi cama que siempre está vacío,
volqué todo, y todo era tuyo, e irremediablemente
cada cosa era un recuerdo y cada recuerdo un alivio.


Ahora dormido, duermo y contigo sueño,
y te observo, te acaricio, te miro y te retengo,
al temblor de esos labios que besaban tu cuerpo,
y fundido entre la lujuria y el deseo,
araño los minutos que me separan de ti,
al filo de acabar la noche y de empezar un día nuevo.