Besos y abrazos
Nacido en Madrid (España) en el año 1953, con historias por vivir y contar, otras por leer, escuchar y aprender, en mi, a menudo la ilusión prolonga el sentido del paso del tiempo, lo retrasa y dilata para que goce aún más de él, un equilibrio éste difícil de alcanzar, y que no me resigno a dejar de intentarlo, día tras día.
domingo, 23 de diciembre de 2012
Mis canciones y yo
martes, 18 de diciembre de 2012
Presente ausencia
Hoy perdí algo que nunca fue mio, y mi esperanza
en una nube voló sin dejar huella, pasé más tiempo
en mi que con ella y al final, la soledad tomó partida
por los imposibles deseos, mejor un adiós que un
hasta luego y lo peor, un olvido sin vocación, esta
ciudad sobrevivirá sin nosotros, y las canciones de
otros la harán suya.
Lo mejor de todo, la nada. Ahora nos regalamos ese
resto de tiempo que nos espera y sobra, y será como
recoger la zozobra de la última alcoba que habitamos,
como lo extraño del próximo verano sin nosotros,
como ese día de locos que está por llegar, o como
ese final que se anticipó a nuestro encuentro.
Costará entender que nunca volvimos, y habrá que
enterrar los auxilios en lo más profundo de la vida, las
despedidas desgarran y nunca provocan entusiasmo.
Más tarde o más temprano será una ausencia presente.
Aquel pasado nunca tuvo futuro, pero nos salva el
consuelo de saber que lo hicimos nuestro.
Hoy me olvidé de dormir.
en una nube voló sin dejar huella, pasé más tiempo
en mi que con ella y al final, la soledad tomó partida
por los imposibles deseos, mejor un adiós que un
hasta luego y lo peor, un olvido sin vocación, esta
ciudad sobrevivirá sin nosotros, y las canciones de
otros la harán suya.
Lo mejor de todo, la nada. Ahora nos regalamos ese
resto de tiempo que nos espera y sobra, y será como
recoger la zozobra de la última alcoba que habitamos,
como lo extraño del próximo verano sin nosotros,
como ese día de locos que está por llegar, o como
ese final que se anticipó a nuestro encuentro.
Costará entender que nunca volvimos, y habrá que
enterrar los auxilios en lo más profundo de la vida, las
despedidas desgarran y nunca provocan entusiasmo.
Más tarde o más temprano será una ausencia presente.
Aquel pasado nunca tuvo futuro, pero nos salva el
consuelo de saber que lo hicimos nuestro.
Hoy me olvidé de dormir.
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