lunes, 5 de octubre de 2015

Larga noche

La noche, esas horas largas de insomnio
que me trajeron tus besos atrasados, como
si fueran de ayer  mismo, con el sabor a
esa eternidad que habita bajo tu falda,
y bajo tu ombligo.

Aún recuerdo tu boca besando mi nuca.
La vida salvada en un instante. Mis
fuerzas vencidas a tu deseo y las
insaciables ganas de tu hambre, y ese
olor a delirio de tu carne perfumando
mi soledad.

Las luces quebradas, alumbraron las
siluetas del amor sobre el altar de
aquella cama. Desnudas vinieron las
mañanas. Un septiembre más huyendo
de dios, y por cada paso dado, un paso
menos para llegar a vos.

Y al final, como casi siempre, me fui
callando aquel te necesito que nunca
quise decir. La noche no me regalará
siquiera la luz que vendrá y sin embargo,
suya es la canción que estoy a punto de
terminar de escribir.

Creo que a esta angustia le sobran, las
mil sombras que habitan en mi.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Aquella tarde

AQUELLA TARDE

Hoy me supieron a despedida el atardecer ausente de tus besos,
el color impuro de tus mejillas, el escote que adivinan tus pechos.
El dolor que habita en mi sonrisa cuando de reojo te deseo, 
y estás a tres pasos de mi, pero no te alcanza mi pensamiento. 
Hoy los recuerdos son de la otra orilla, de otro tiempo, 
apenas unos días jurados de amor. A nuestro último orgasmo,
le faltó algún te quiero.
Hoy con tanta frialdad arde mi cuerpo, te pintas los ojos, 
te cepillas el pelo, me sonríes y me lanzas tres besos, 
hasta luego amor mío.

Y yo sigo aquí, maldiciendo a mis malditos celos.

martes, 8 de septiembre de 2015

A ellas

Quisiera hoy juntar las lágrimas que os debo
y ponerlas a secar cien días al sol.
Callar a mis soledades que enloquecieron,
no ehar en falta vuestra vida en los pasillos.

Quisiera volver a cegarme con aquel cigarrillo,
perdernos a vuestro antojo ajenos al tiempo,
despertar y brindar juntos los domingos,
escondernos entre cortinas de terciopelo.

Quisiera robarle al olvido unos recuerdos,
quimeras de agunos secretos de vidas en flor,
volver de otro mundo tras una sesión de cine,
ponerle dos bandas sonoras a vuestra voz.

Quisiera volver a contaros cuentos chinos,
conseguir vuestros deseos más deseados,
guardarlos en una esquina bajo el sillón,
venderos esta locura de padre sin vocación.

Quisiera volver a tener el futuro en mis brazos,
pero hay sueños huérfanos de inspiración,
sin vuelta a la ida, sin el viento a favor.
Pongamos por caso, esta deriva de ilusión.

lunes, 8 de junio de 2015

Venir de lejos

A esta vida que a veces nos encoje demasiado,
a ese futuro que se va acortando, a esa memoria
que se estanca en el pasado, al pasito a paso y al
trote de los años, al galope con que empezamos.

A esos albores que devuelven el brillo a los ojos,
al capricho de los antojos, a esa forma de no ser,
a la inquietud llena de calma, a ese baile sin palmas
cuando nadie nos ve, a la niñez de los cien años.

A los murmullos envenenados que te acobardan,
a las envidias insanas de aquél, a las ausencias de
una mesa y a tu lado, a los silencios que anulan
los labios, al orden más desordenado, a la timidez.

A los becarios de la madurez, a la sensatez que
tanto nos impuso, a la conciencia que dispuso el
perdón atormentado, a las lágrimas que vomitamos,
a los antojos que nos calmaron, a los rezos sin fé.

A las preguntas no preguntadas, a las respuestas
calladas, a las frases deshechas, a la verdad incierta,
a la cínica ansiedad, a la infiel fidelidad, al todo lo que
fue nada, a la vida en un espejo, a ese venir de lejos.

A los misterios sin resolver, a ese posible amanecer, a
la infancia de por vida, a la alegre melancolía, a la
eterna invocación, al delirio de aquel amor, a un verso
para dos, y a esa música, que huye de ésta canción.






lunes, 18 de mayo de 2015

Musas de secano

Hay rincones que te devuelven la vida,
Vida que te devuelve a los rincones,
Días desesperados de por vida,
Vidas esperando que te asomes.

Hay milagros amargos, amor y amores,
Condenas que te roban los años,
Sentencias que te inspiran canciones,
Pasiones en vena, reinas de corazones.

Hay tardes de diario, y otras tardes,
Nostalgia de otros vicios, pecados,
abrazos de suplicio, noches de raso.

Futuros presentes, pasados borrados,
Más allá de Diciembre, meses cerrados,
Música en la fuente, musas de secano.


jueves, 7 de mayo de 2015

Al tiempo

Pierdo el tiempo,
Se me escapa entre las manos,
Se escurre entre mis sueños,
Se esfuma, se apaga,
No hago nada por atraparlo,
Y sin embargo,
confieso que le pido tiempo al tiempo,
para buscarlo y encontrarnos,
para reconocerle, para amarlo y cumplir
algún que otro milagro.
Seguramente también,
Para perderlo y después,
Un poco más de tiempo,
Para olvidarlo.

jueves, 26 de marzo de 2015

Eternidad



Ya sabéis, que no es mi costumbre andar dejando mis canciones por aquí, aunque he de decir, que de ahora en adelante y poco a poco, irán salpicando este blog. Ellas (mis canciones), y vosotros,  me lo recordáis  con cierta frecuencia, y no seriía justo el no complaceros, y porque no decirlo, el no complacerme.

Hoy toca desearle todas las suertes, a esta canción que como ya digo, no es del todo mía. Sucede a veces que leyendo, uno desearía haber escrito eso mismo y de esa forma, algo así me ocurrió con este poema llamado "Eternidad", del libro Los Cuerpos Lejanos escrito por un gran poeta, Rodolfo Serrano, a quien estoy seguro todos conocéis, y que por ese sentido de no pertenencia, tuve el atrevimiento de escribirle esta música, para hacer este poema, aunque no sea cierto, "un poquito mío". El  Poeta sabe lo que quiero decir.

Uno duda si al final esta música habrá estado a la altura de ese hermoso poema, pero lo que si os puedo decir, es que en esta música y en mi voz, van parte de mil alma y mi corazón.

Gracias por toda esa compañía que siempre me dais.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Aquella vez

Lejos queda, aquel invierno de mentiras
a la vuelta del colegio, excusas, inventos.
Lejos, el perdón del pecado. Las respuestas
que no tuvieron. Cigarrillos en los labios.

Lejos, aquella mañana de pellas, el amor
atado al miedo, el sudor en la farmacia.
Lejos, la imagen de un cuarto viejo sin
luz, pequeño. La llave en puño cerrado.

Ahora, bajo el ala caida de mi sombrero,
los recuerdos me traicionan. La nostalgia
del cuerpo. Las lágrimas guardan silencio.

Al menos la tristeza echó unas risas, por
los minutos que no cuento, hoy la ternura
me anduvo buscando. Ya vuelo de regreso.









viernes, 20 de febrero de 2015

En tus brazos

Supiste ayudarme, a encontrar la ternura perdida de
mis abrazos, las palabras que me negaron, el sabor
del carmín de tus labios, el descanso  del tiempo y
el amor, aburrido entre la espesura de mi pasado.

Supiste sin más, hallar mi verdad entre las cenizas,
sentir las caricias de aquel verso a solas, diría que
a la vez, me hiciste vencer al miedo a las alcobas,
recuperar mi calor en otro fuego, besar los infiernos.

Supiste dar claridad a las tinieblas, y entornar las
puertas que siempre cerré, escuchar sin sentenciar,
adormecer mi impaciencia, enderezar mi dirección
opuesta y creer, que el mundo está a nuestros pies.

Supiste beber de mi sal en la arena, poner ritmo a mis
caderas, decirme la verdad aunque doliera, y romper
ese hielo eterno, templar el frío de los inviernos,
traerme la brisa a puerto, esconderte en mi pañuelo.

Supiste hacerme avanzar, enseñarme a llorar como
un hombre, saber hasta cuando y sospechar hasta
donde, hilvanar las prisas, derrochar las alegrías
del corazón, aprender a vivir sin miedo y sin pudor.

Supiste tenerme en tus brazos.



viernes, 9 de enero de 2015

Ausencia

Ya no hay burbujas en mi vida, los
amores sin salida se fueron tras los
anocheceres, y mis ojos en tu espalda
se clavaron como puñales traidores.

Que tiempos aquellos precursores de
tempestades y tormentas, de placer y
viento de vuelta, y tu verdad, fueron
como la brisa del invierno, como tú.

Vestí de seda tu desnudez, cambié de
acera las agujas del reloj y tal vez, eché
el tiempo atrás, o al menos eso creí.
Túmbate hoy de nuevo a mi lado.

Recuerdo el sabor de mis pecados y tus
pechos de sal y miel, y hasta la soledad
amó tu compañía, bastaron tres días
para olvidar el tiempo que no encontré.

Después, la luz del día apagó el vértigo
de la oscuridad, y nos quedamos como
desconocidos, sin horizonte, sin destino,
separados por el vicio que nos ata.

Hoy perdido en los caminos, apago la
la sed con ese vino que nunca bendecí.
Soñaré o reiré entre gestos, la melancolía
tomó el derecho a condenarme sin ti.

Ahora me toca olvidar tu ausencia por
los senderos y las aceras de mi ciudad,
y en mi cabeza, las pesadillas duermen
sin descanso, al remanso de esta pereza.

Vuelvo a la batalla de no encontrarme,
y al infierno de saberte en otros brazos.
Contigo la luz fue de luna llena.
A la sombra de tu espalda fui feliz.