miércoles, 30 de marzo de 2011

Esa indiferencia

Trozos de ti que en mi retina quedaron, 
han de algún día volverse a juntar, 
olor a azahar, palabras de un sábado,
paseando a mi oido por la Calle Fuencarral.


Canción desesperada que no fue creada, 
ni por mi,  ni para ti,
desvelo trasnochador,  fatiga cansada, 
de un Abril a Marzo sin dormir.


Besos al aire, abrazos en la nada, 
gritos en silencio, sin ecos que guardar, 
suspiros hacia dentro.


Calvario sin pena, rezos sin fé, 
me recuerdan esa indiferencia, 
cuando tú me miras y no me ves.

martes, 22 de marzo de 2011

Aprendí en tu ausencia, día tras día.

Aprendí en tu ausencia, día tras día,
a no comer de tu mano,
a dibujar sin verla tu sonrisa,
a descansar sin haberme cansado,
a volver de vacio al anochecer,
a no confesar mis pecados,
a dormir sin haberme dormido,
a no extrañar ninguno de tus lados,
a desterrar mis deseos los domingos,
a jugar con las islas a solitarios,
a vencer la pereza de los ricos,
a cerrar puertas a tus abrazos,
a besar sin pensar en ti,
a olvidarte sin haberte olvidado,
a reír cuando toque morir,
a refugiarme en mi abecedario,
Aprendí en tu ausencia, día tras día.

viernes, 11 de marzo de 2011

De tus alturas a mi profundidad

Me daría igual, si no fuera porque eres tú,
que los días pasaran uno tras otro,
y lo pienso mientras espero el autobús,
escuchando a dos chiquillas hablar de amor.

Me daría igual, si no fuera porque me recuerdan a ti,
que las gentes se miren, se besen y se abracen,
por alguna razón, es un don que no me pertenece,
y un pulso perdido con la "madre" distancia.

Me daría igual, si no fuera porque no estás,
que temblara el misterio, como decia mi madre,
que mi cabeza estallara de no pensar en nadie,
o que te dejes ver en las calles de mi ciudad.

Me daría igual, si no fuera porque no me escuchas,
callar o decir, reir o llorar, pensar o no pensar en mi,
y a mi vuelta de todo, no contar con nada,
ni siquiera contigo, perdida injustamente en el olvido.

Me daría igual, si no fuera porque no puede ser,
quitarme todos mis trajes, y vestir mi desnudez,
pensándote de vez en cuando, como antes lo hacía,
y saciar mi sed con las esencias de nuestro placer.

Me daría igual, si no fuera por que tal vez me estés llamando,
perderme tu último beso, escribirte algún que otro verso,
abrazarte una vez más, como siempre sin poderte abrazar,
y volar mas allá del suelo, de tus alturas a mi profundidad.

jueves, 3 de marzo de 2011

Hay veces

Hay veces que la cosecha no da fruto,
y en el mercado de luto, compro ilusiones perdidas,
hay días que la paz, se vende a precio de oro,
y el hambre también, y se tiende a especular con el dolor.

Hay veces, que el amor brilla por su ausencia,
demasiadas veces diría yo, pero vagos estamos,
si no vamos al mercado a revisar su precio,
creemos anda fuera de presupuesto, tanto como la vida.

Hay veces, que la justicia es lenta y tardía,
y aburre las celebraciones en las que les toca cantar,
suena el mismo vals de siempre, y la solemnidad sombría
reparte injustamente, y a quien más tiene, más les da.

Hay veces que la libertad, se disfraza y no se reconoce,
y el color de su mirada se pierde, y se confunde
con palabras y promesas falsas, y encorsetan sus principios,
con acuerdos desleales, con excesos y derroches.

Hay veces, que el sufrimiento ajeno se ignora,
y desayunamos con él como todos los días, a la misma hora,
con esa insana y sorda costumbre, de un rostro aburrido,
un día más, hoy no toca cambiar nada, sobre todo lo nuestro.