jueves, 15 de diciembre de 2011

A una pared escrita

Sin fe para contar me pongo a ello,
y le robo al día un destello que se perdía,
un sentir que no salda deudas pendientes,
una lejanía que estaba en frente, y de las
paredes escritas tomo palabras prestadas,
entre colores descoloridos y líneas inclinadas,
la soledad se apropia de nombres repetidos
de historias inacabadas, y tú y yo ausentes.

En ese paseo a ningún lado de esa fuga hacia
el pasado, me distraje con burbujas de jabón,
de aquel rincón su espacio, de aquella espera
lo inesperado, de aquellos días aquel rato,
y de esa estación fría, el sueño y el desvelo,
de aquel regreso el no haberme marchado,
de aquellas prisas las sonrisas, y los mil lunares
como estrellas entre cuentas de un rosario.

Diez dedos pringados y un helado derretido,
el horario interrumpido por aquel obediente
reloj, cruda madrugada que nos marcó el
camino de vuelta y de ida, y esa pelea perdida
con la levedad de la nada y el todo, esos besos
sin modos, y el sexo bebido sorbo a sorbo,
ese mundo sin universo que vaga a la deriva,
ese quiero sin puedo, esa forma de vida.

Ese frescor al amanecer de una resaca, esa "flaca",
esas cervezas de la esperanza, y ese plato del día
que es todo un manjar, esa compañía que no
tiene precio, esa confesión frente al espejo, ese quien
da más, ese pensamiento que va y viene, ese placer
de los placeres, esos excesos de pelo en pecho,
esos recuerdos que nunca vuelven,  esos olvidos
que siempre vienen, ese pecado que nunca lo fue.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Nada como ser

Nada como la caricia del viento
o que te adormezca el sol,
y te sorprenda la noche
para mostrarte el camino hacia
donde, y que me estudien tus manos,
y me caliente tu boca, me endulcen
tus labios, y nos sobre la ropa, me
sacie la miel que llevas dentro,
y descansar en tu pecho a recordar los
recuerdos, serle infiel al destino en
cualquier momento, escucharme más,
a mi mismo, y de vez en cuando, hacer
lo que pienso, decir mil veces te espero,
vestir de diario a los domingos,
ajustarme para salir, el sombrero,
y reconocerme de reojo, hacer aquello
y lo contrario, y lo anterior de nuevo,
confundir a la primavera en verano,
despedir al otoño en invierno,
contar los días que no han pasado,
morder de cuando en vez, el suelo.
Nada como ser.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Preso

Preso de la esperanza sin tiempo,
del desvelo sin sueño, de un abrazo
al desconsuelo en una noche al raso,
del sabor que dejan los fracasos.

Preso de la desidia, del arrebato,
del plato y la cuchara con la que has
de comer, del saber o no saber,
de las caminatas que agotan el alma.

Preso de la calma que me trae la quietud,
de la virtud que a menudo es pecado,
de no alzar el vuelo, del paso a paso, de
palabras y promesas, de besos sin abrazos.

Preso de las caricias al aire, del ayer, de la luz
de entretelas que se apaga antes de prender,
de ese anochecer que ciega a  los ojos,
del antojo de esfumarte al atardecer.

Preso de un deseo que nunca compartes,
de la cobardía que habita en los cobardes,
del peldaño que siempre queda por subir,
de sentir nostalgia por lo que nunca viví.

Preso de la aurora que empuja a la noche,
de la luna que no me hizo reproches,
de la oscuridad de las mañanas, del
hueco de tu cuerpo entre las sábanas.

Preso de la fe que no movió una sola
montaña, de la maraña que a vueltas me
envolvió, del dolor que no dolió, de la
esperanza perdida entre Gran Vía y Sol.

Preso de los lunares de tu espalda, de
la cremallera de tu falda, de los
paseos por los pasillos, de las canciones
sin estribillo, del calor de este otoño.

Preso de la melancolía, del futuro sin vía,
de la última verdad que fue mentira,
Preso de las noches sin los días, de las
dudas eternas, de las respuestas vacías.

jueves, 13 de octubre de 2011

Para empezar

Me queda jugar contigo, y aún no apareces,
escribir mil veces que aún  no he partido,
me quedan las palabras, apagar las voces,
encender la esperanza, me queda entender
los silencios, cruzar a la otra orilla, me queda,
el saber que mis razones se quedaron perdidas,
me quedan las carreteras, las líneas torcidas,
y las gentes que me encuentre, me queda el alivio,
mi sombrero y mi cepillo, mi equipaje descolorido,
llorar, me queda la ilusión de probar, y también
el olvido, las luces y las sombras, me quedan menos
enemigos, y mi guitarra medio rota, me quedan los
abrazos, mis canciones, los milagros, otra realidad,
me queda no cantarle a la primavera, descansar,
me queda volver a empezar.

lunes, 3 de octubre de 2011

Cercana lejanía

Desde la distancia que me deja,
crear mis tiempos.
Desde la cercana lejanía,
de un hasta luego.

Desde la paz del silencio, que no
para de cantar.
Desde la quietud de sentirme,
nada frente al mar.

Desde el ahora, ayer vacío
y hoy presente.
Desde este grito, de quien
gritar no puede.

Desde esas ganas de amar
que hoy me encuentran.
Desde esa perdida deriva,
que me lleva.

Desde el paseo en las tardes,
por una alfombra de arena.
Desde este lunes para martes,
que me dejó estas prendas.

Desde el infinito y el horizonte,
que a veces se funden.
Desde el placer por entender,
la línea que los une.

Desde esta orilla inmensa, que
enmudece las penas.
Desde la casa en que nacieron,
los siete versos de este poema.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Espero

Te debo mucho más que un beso, y
algo menos que el esfuerzo de enebrar
la aguja cada día, para coserme a ti
y prenderme a la solapa de tu ilusión.

Te dedico el silencio de mis paseos, el
paseo de nuestras voces que no callan,
y este tiempo de hoy, que muy a mi pesar,
no puede comprar ese futuro cierto.

No ha llegado el día, en que no necesite
pensarte al menos una vez más de las
ya lo hago, y todo, por la necesidad
de no perder el rastro de tu vida, nada más.

Hoy de nuevo, mi abecedario está lleno
de sentido, y compongo razones a falta
de esa fuerza para hacerte realidad,
la misma que sin ti, ausente no encuentro.

Más cerca de ti me siento mar adentro,
y me abandono al mecer de quien me quiere,
sin pedir más que lo que nadie me debe,
espero no deberme nada, espero al fin tenerte.

viernes, 2 de septiembre de 2011

A mi hija Sara

Seguro que te echaré de menos, más que
a mi mismo, ya no podré buscarte para
mirarte y encontrarme, ni descansaré
tranquilo sabiendo que desordenas tus
cosas en otra habitación.

Al menos me queda la intención de
saberte feliz, devorando los días como
si estuvieran aún por llegar, atrapando
los momentos al temblor de tu cuerpo,
y naciendo cada día.

Saber que te espera lo que no esperas,
es comulgar con la vida, es despistar a la
monotonía, es regalarte la palabra esperanza,
es despertar a la ilusión que hace tiempo
duerme bajo tu almohada.

Al café de la mañana pídele de todo, al
bajar las escaleras, subirlas con ganas,
a las preguntas, sonrisas, a las respuestas,
batallas ganadas, a los recuerdos, tu reposo,
a tus ojos, esas miradas.

Mañana tocará otra cosa, quizás saltar
otra muralla, o meditar en la noche a la orilla
de la mañana, pero lo de hoy es tu palabra,
tantas veces en puertas de nada, lo de hoy,
es tu vida y mi esperanza.

Nos dijimos adios en el aeropuerto, nos
regalamos, miradas, abrazos y besos,
no se que me pasa, que en las despedidas
siempre me echo de menos, sobrevivimos a
este jueves, que venga si quiere el invierno.

Te quiero

jueves, 25 de agosto de 2011

Sin gloria y sin pena

Poco a poco todo vuelve a ser como era,
el tiempo pasa sin gloria y sin pena
y sucumbes a la bruma de la rutina templada,
que te aplasta como el sol ardiente
en una tarde sin sombra, la gente
sigue donde estaba, y todo igual que antes
te recuerda que el precio por volver, es la
indolencia y el precio por no amar,
no pensar, no ser.

A veces te das por vencido, y en ese suicidio
muriendo, vivimos el mas dulce de los sueños,
del que nunca quisieras regresar. Luces,
cantos de sirena y campanas que no suenan
te despiertan, y en nombre del olvido
te roban del recuerdo, lo que
un día te dieron a probar.

lunes, 22 de agosto de 2011

A la orilla del mar

Pienso en la corriente 
que mueve tus entrañas, 
y hallo la lógica de la razón,
y el esfuerzo de cualquier vida.


A la par tu piel bendecida,
cuando la brisa te regala la más 
tierna de las caricias,
y aprendo de ti, y te escucho.


A la orilla, en tu lecho de arena 
descanso cerca de la eternidad, 
y leo tus palabras de espuma blanca.


Tu resaca se lleva mis pensamientos, 
y después mi intención, los esperaré 
a su vuelta, en la próxima estación.

viernes, 19 de agosto de 2011

Al silencio

A ese amigo misterioso
que despeja dudas, y
hace preguntas que 
no puedes contestar.


A ese miedo a uno mismo, 
que te asoma al abismo
de una forma imprudente, 
sin pernocta, sin permiso.


A la ausencia de ruido,
a la pena sin penitencia,
al enemigo de los charlatanes.


Al compañero de mis cenas, 
al amor por peteneras, 
a la soledad por soleares

lunes, 15 de agosto de 2011

Mi barrio en fiestas

La tarde se hacía calurosa aunque pasaban ya de las ocho, había paseado por las viejas calles de mi barrio que hoy son el santo y seña de esta ciudad, y había estado observando su colorido, sus guirnaldas de papel, sus  Mantones de Manila colgados y cruzando las calles de lado a lado, para dar brillo y sabor a estas fiestas de  La Virgen de La Paloma, los bares preparando sus tenderetes a la calle, las luces, sus terrazas a las aceras, las sillas las mesas, los altavoces que luego en la noche atronarán nuestros oídos, la pista de baile popular, la decoración verbenera invadía cada uno de los locales,  los balcones que dan a las calles, y así Calatrava, Humilladero, La Paloma, el Angel, Luciente, Sierpes, la Cebada, Águila, Mediodía Chica, Mediodía Grande, Oriente, Tabernillas, Toledo, y otras muchas, todas y cada una de ellas tomadas por el pueblo para su uso y disfrute, un placer para los sentidos, para todos y cada uno de ellos, gentes de mil lugares, disfrutando de las mil músicas que sonaban, y de la alegría cuando ésta se comparte.

Había caminado tanto, que el cuerpo  me pidió un descanso a cualquier precio, me senté en el quicio de un portal donde el frescor me entraba por la espalda y me daba la vida.  Mientras miraba los adornos que quedaban a la altura de mi mirada, apoyado contra la pared y vencido, quizás por la ingestión de algunas cervezas, me fui quedando dormido poco a poco sin que nada pudiera ni quisiera hacer, de repente el eco de unas voces de chiquillos me despertaron unos años atrás, escuché golpes en la puerta con los tiernos nudillos de su mano, era mi amigo Carlos que me venía a buscar para decirme, que arriba en la azotea, me esperaba con su guitarra. Teníamos la llave de aquella gran habitación a la libertad, al sol, a la luna y a las estrellas, nuestra fábrica de sueños en un tiempo en que soñábamos todos los días, Dylan, Beatles, Stones, simplemente eran estrellas fugaces, que sabíamos existían pero nadie las había visto, algo así como el amor, del que algunos dicen lo mismo, eso sí, de vez en cuando se dejaban caer en alguna revista de peluquería de señoras, donde sus fotos las recortábamos para decorar las puerta de nuestra habitación, por cierto, que compartía con otros dos hermanos más, y claro, sus gustos eran otros, casi siempre con ojos, pechos y piernas muy bonitas, como yo les decía, vuestra pared parece la de un taller mecánico, y la tuya la de un mariconcete con esos tíos con pelos largos de mujer.

Pero ellos eran mis dioses, compraba y siempre escuchaba sus discos que giraban a las revoluciones de aquel entonces 33 ó 45 rpm, en un tocadiscos portátil Philips, alguna vez con un par de pesetas sobre la cabeza del brazo para que pisara bien los surcos y no saltara la canción y te volviera loco.

Todos los días, y  después de inventarme una excusa que no convencía a nadie, mi madre me perdonaba de dormir la siesta, y con mi guitarra emprendía escaleras arriba en busca de Carlos, y allí como dos disciplinados músicos, ensayábamos nuestro repertorio, que era la envidia de nuestros amigos, canciones como Perfidia, la Yenka, Flamenco, o  Twist And Shout, Keep on Running, pero sin saber ni papa de inglés, ponían a prueba, nuestros cortos dedos estirándose para poner acordes aprendidos días atrás, y a nuestras voces para cantar dios sabe en que tono. 

De vez en cuando, había que tener cuidado con la señora Gloria, quien más de una vez subía a la azotea para comprobar si las voces y los ruidos que ella dudaba escuchar, provenían de arriba, menos mal que nosotros sentíamos sus andares de tres piernas, una de ellas su garrota, y nos daba tiempo a escondernos tras la ropa tendida que horas antes había dejado nuestras madres para secarse al sol.

Más tarde, las voces de nuestros amigos se oían por el hueco de la escalera, llamándonos y silbándonos, para  jugar al  "rescate" o a "la madre que es tonta", al "bote bolero", para fastidio de esas siestas veraniegas de la vecindad, incluidas las de nuestros padres, quienes a veces salían por las corralas sujetándose los pantalones con sus manos, y poner voz en grito maldiciendo a los chiquillos en tono amenazante, que no les quedaba otra que salir corriendo por el portal. Nosotros cuando atemperaba todo, entrábamos por la ventana de la habitación de Carlos mi amigo, que estaba entreabierta y daba a la corrala, dejábamos allí las guitarras, y bajábamos las escaleras de tres en tres para reunirnos con ellos a jugar.

Un pelotazo en mis piernas me despierta de ese viaje a mi niñez, y con una sonrisa devuelvo la pelota a esos niños, entre los que en otros tiempos, estuve yo.

martes, 9 de agosto de 2011

Tentaciones

Abre esa ventana hoy que necesito respirarte,
deja que me embriague de ti un día más, y que
sonría con esa cara de tonto que mira sin mirar,
que no ha de pasar el día sin que te mire mil veces.

Abre esa ventana hoy, haz crecer tus deseos en ti,
dibújame en esa tentación que solo los dos sabemos,
bájame a tu infierno mientras me deslizo por tu cuerpo,
abrázame al espejo de tu sueño envuelto entre sábanas.

Abre esa ventana hoy de par en par, que hoy te llama,
déjame escarbar en tus entrañas mientras me piensas,
y refléjame en esa mirada perdida entre la nada y el placer,
déjame ser, o simplemente aparecer por un segundo.

Abre esa ventana hoy, quiero verte de reojo mientras gozas,
cuando el alma se te encoja, y parezca se te fuera la vida,
bríndame tus caricias de antes y después, alarga el amanecer,
abriga tu desnudez y enciende las hogueras de tu cuerpo.

Abre esa ventana hoy, y cierra la puerta a tu soledad,
tu cita con la maldad bendice y santifica la vida,
no confieses pecados veniales por ese deseo mortal,
abre esa ventana hoy, quizás mañana, la podamos cerrar.

jueves, 21 de julio de 2011

Perfecta imperfección

Bendita la imperfección, que deja
todo a nuestro alcance, todo
por acabar, por concluir,
y destierra al olvido la sensación
de plenitud eterna.
Bendita la comida que no sacia,
que no llena, y nos deja
con hambre de ser, un día más.
Bendito el descanso, si no amordaza
el deseo de desear.
Bendita esa forma y manera de no estar, ni ser
como nadie, ni como aquel que nos enseñó.
Bendita esa bendita ilusión, de querer ser tú,
de querer ser yo.
Bendita sea, esa perfecta imperfección.

jueves, 14 de julio de 2011

Mientras espero

Me gustaría que las palabras me hicieran crecer,
y pudiera entender las mil cosas que quiero decir,
embriagarme de ti, y de lo que fuimos tal que ayer,
y morir de amor para morir en vida.

Pedirlas lo imposible, para que me lo alcancen,
y marcharme contigo al horizonte, al infinito, solos,
no esperar permisos de este presente que ya es pasado,
y arropar nuestra esperanza, de bocas y abrazos.

Alguna vez fue así, y envejecimos juntos unas horas,
para darle calor a esa tarde que se anunciaba fría y gris,
y frente a frente, desnudos, juramos volver a envejecer,
si el destino nos regalara a su antojo, un amanecer incierto.

Y se que el calor no da frio, ni el amor tristeza, solo si faltan,
también se, que pedir no basta cuando hay tanto por hacer,
y hacer no me vale, si no es contigo, me enroco en mi mismo
esperando una señal, que señale adonde yo quiero marchar.

Olvido cada día, para volverte a decir lo que siempre te digo,
tu verás si te haces cómplice de esta locura, que repite sueños,
despierto a la pasión para enloquecerme de este juego,
mientras saboreo la sal del sudor, que empapó nuestro cuerpo.

Me quedan nuchos despertares, pero cada día, uno menos,
quisiera morder las ansiedades que crecen en las noches,
jugarme la vida a cara o cruz, a un presentimiento,
y no reprocharme nunca los reproches, que no se hicieron.

Sentado, no hago otra cosa que preguntarme a mi mismo,
y por una rendija veo el abismo de los caprichos baratos,
esta tarde, olvidaré los recuerdos que ya olvidé, y olvidando
pudiera ser, que de tanto olvidar, de tí me haya olvidado.

miércoles, 6 de julio de 2011

Últimamente

Últimamente me duele la vida, el corazón, el alma,
y la razón me castiga y no se aparta de mi,
últimamente me atormentan las dudas, y su color,
y las palabras bien dichas, y hasta esa bella canción,
despierto a la soledad y no me dice más nada,
y me envuelvo en ese olor nuestro, en aquellas sábanas.

Últimamente demasiado me exijo, y acorto plazos,
busco claridad en otras vidas, desordeno palabras,
ni pocas ni muchas pero a tontas y a locas,
últimamente, lloro mas que de costumbre, y no me
acostumbro a llorar, añoro lo que no he vivido,
y me juro a mi mismo que no me apetece andar.

Últimamente, apenas si me entiendo con la esperanza,
los sueños se hacen imposibles, y ni soñar echo de menos,
anhelo la acera que no piso, el barrio que no habito,
el amor prohibido, la calma sin tempestad, vivo en el deseo,
últimamente derrapo más que navego, muere mi tiempo,
veo una luz, me desvelo, y después escribo estos versos.

lunes, 27 de junio de 2011

Y a quien no.....

Como me gusta cuando me miras,
y te dejas mirar, cuando te vistes de color
y solo piensas en ti, como me gustan
tus formas que me invitan a no pensar,
a dejarme hacer, como me gusta adivinar
tu desnudez.

Como me gusta, esa manera tuya
que tienes de darme la espalda, tu
culo cuando lo mueves, tus manos
en mi bolsillo, como me gustan nuestros
quejidos, y ese alivio carnal que nos
calma, ser después de haber sido,
y no haber pasado el tiempo por
nuestra cama.

Como me gustan los delirios sin grandeza,
los tiempos gastados a tu lado, confesarme en
tu presencia, amanecer sin haber descansado,
como me gusta besar tus deseos, escuchar
a mis sueños, redimir los excesos,
despertar sin querer dormir, como me gusta,
descansar en tus pechos.

jueves, 16 de junio de 2011

Te propongo la vida

Hoy con aire nuevo, y viejo,
te propongo renovar los votos
de aquellos dos desconocidos
que éramos, cuando fuimos.


Trasnochar del ahora al pasado,
volver a pisar sin cuidado
por los caminos que ya pisamos,
hacerle trampas a nuestro destino.


Te propongo la vida, no el recuerdo, 
aunque suene a un no me acuerdo
este desecho de versos mordidos.


Solo te invito a este juego a ras de suelo,
hoy que el tiempo nos niega en un espejo,
ahora que echo en falta, hacer lo que hicimos.

jueves, 9 de junio de 2011

Por el bien de todos....

Debiera acostumbrarme a no deciros
lo primero que se me viene a la cabeza,
tan solo porque me duela y reviente,
a contar hasta diez, hasta cien, o hasta veinte,
a no enturbiar el amor con mis temores,
ni darme tanto golpe de pecho para nada.

Debiera aprender, de que modo ser feliz
sin provocar tanto daño, subir los peldaños
sin despertar otros sueños, y llegar al oasis
de ese amanecer inmenso, dejar de observar
la vida desde la otra acera, y a callar,
todo lo que no pueda cumplir después.

Debiera saber que el recuerdo nunca se olvida,
que no es vida vivir a medias, que la sonrisa
puede entristecer el alma, y que el descansar
a veces, puede asfixiar la ilusión,  consentir,
una palabra entre todo y nada, que desnuda,
engaña, y deja a la esperanza sin abrigo.

Debiera decir más de lo que ahora digo, porque
el dolor me perfore y hasta me confunda,
y se estrechen los caminos infinitos de la vida,
debiera decir más, o mejor, hacer más de lo que digo,
para ahorrarme estos pecados a las puertas del cielo,
y no tener que pediros jamás, perdón por ellos.

viernes, 27 de mayo de 2011

Al silencio

Un día de estos y no me preguntes cual, me iré a buscar al silencio
que perdí en algún lugar de mi pasado, el mismo que ya no existe,
y trotaré el mundo de cabo a rabo para darle lo que es mio y puedo,
y espero alimentarme de ti y de tu misterio, allá donde te encuentre.

Escucharé el murmullo de sirenas en las entrañas de la tierra,
cantaré al paisaje de esa naturaleza olvidada y castigada, pero viva,
sentiré sobre la brea, el rugir de los coches y el quejido de sus voces,
arroparé mis canciones a tu abrigo y me abrazaré a ti como al amor.

Dejaré de escuchar palabras desnudas y vacías, que falta hace,
y para encontrar y entender al viento, invitaré a mi ánimo a este viaje,
y conversaré con las estrellas, y con la mar cuando toque, y los ríos,
y los arroyos, y vendrá la quietud para aplacar las convulsiones del alma.

Pensaré en el infinito como mi próximo destino, y dejaré que la brisa
me regale unas caricias de frescura, y me acostumbraré a ver atardecer
en el campo o en la orilla,  o en una ciudad de tantas donde
llegaré para no quedarme, y sentiré tu adorable presencia en mi.

Y volveré de nuevo algún día, al lugar donde ahora no estoy, para escuchar
sin decir, para recordar el nido que un día habité, para agradecer la partida
y lo aprendido a fuerza de querer,  para escribir sobre este cuaderno
ayer vacío y hoy lleno de mi, para no olvidar lo que un día aprendí de él.

jueves, 19 de mayo de 2011

Mientras dormías

Desperté a tu lado mientras dormías,
y viciado por tu bendita desnudez
en ti derramé mi placer, y después,
recostado observé el perfil
de ese lado del que nunca posas,
y en forma de prosa te esbozo
este poema febril, en esta noche sin luz.

Y el maquillaje de tus ojos ahora,
ensombrece tu apagada mirada,
y descansa la púrpura en tus mejillas,
tu boca me provoca como
apenas unas horas atrás, sin
decir nada, no quieras ahora despertar
cuando tu callada quietud me posee.

Tus pechos hundidos en ti,
desdicen su medida en mis manos,
mis caricias a tu reclamo, mi sueño
huyó volando, y mis labios secos
esperan con ansiedad tu despertar,
y pasan de largo tus razones, ausentes
de mi y de mis aisladas intenciones.

Aún duermes tendida a mi capricho,
y sin tu saberlo,  perfilo en tu sinuoso cuerpo
la inocencia de tu desnudez,  y una vez más
mis ojos descansan en ti ajenos a todo,
esperando tu despertar, como se espera la vida,
o el perdón, o de su desdicha al amor, hoy
me has regalado estos versos, que te escribo yo.

domingo, 15 de mayo de 2011

A este domingo

Hay domingos que te niegan el aliento, el alma,
y se mudan con tu esperanza a otro barrio de alguna ciudad,
hay locos sueltos que te dicen en sus laberintos,
que no esperes nada, porque nada hay, que te pierdas,
hay veces que la vida pasa sin saber siquiera que pasa,
y otras si pudieras, la amarrarías con aquel nudo marinero,
hay alegrías que corren de largo y no llaman a tu puerta,
y suspiros que te rajan el corazón hambrientos por decir ,
hay delirios que me transportan al mañana que nunca será,
y olvidos que juzgan mi memoria, cada vez mal olvidadiza.

Pero hay también domingos largos, cortos, inmensos, felices,
regresos a tu pasado que te devuelven deudas pendientes,
hay fiestas, jolgorios y gente en las calles que respiran vida,
pensamientos que recuperan tu ser, y hasta tu inocencia,
que te esperan desde entonces porque te creen su dueño,
y mujeres que siempre te harán aflorar deseos de adolescente,
hay domingos que darías la vida por ellos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Mi viaje

No fueron tristes, ni tan frías las mañanas, 
cuando despertaba solo en las madrugadas,
ni tan duro el colchón de esas noches,
sobre el banco de madera de alguna estación.


No necesité hablar por hablar, con nadie,
ni tampoco sentí la soledad del que anda solo,
ni me inquietó lo desconocido, ni el más tarde,
si acaso, no encontrar motivos para escribir.


No me tropecé con los recuerdos perdidos, 
ni necesité quedarme al calor de su abrigo,
No me perdí tras buscarme cien años,
ni traté de bajar, de tres en tres los peldaños.


Soñé mucho, dormí poco y mal, sonreí, 
amé a conciencia y sin descanso,
subí al tren que tantas veces vi pasar,
volví a bajar, para volver a verlo marchar.


Nunca me amargó la amargura, tal vez,
lloré algunas ausencias mías, muy mías,
por sentirlas dentro de mi, a mi lado,
disfruté en compañía de quien solo camina.


He quemado de una vez no se, si los
últimos cartuchos que me restaban, 
y aún así es posible, me siga extrañando
cada vez que me encuentre ante un espejo.


Quise tomar el aire, y salir a respirar,
pensar lo que pensaba, y pararme a pensar,
dejar pistas en las letras de mis canciones,
perder la razón, por creer en mis razones.

martes, 26 de abril de 2011

Muero de ganas

Muero de ganas por nacer contigo, por dejar de soñar,
y vestir tu desnudez sin ninguna ropa interior,
de contestar a esa llamada tuya desesperada,
y atropellar tu llegada gritando en silencio juntos.

Muero de ganas, por enmudecer tus palabras,
y descifrar lo que me dicen tus ojos,
de sentir tus manos apretando mi espalda,
y de aplacar con mis dedos tus deseos de mi.

Muero de ganas, por despertarte en la madrugada,
bailar al compás de nuestros pies descalzos,
de saciar la lujuria beso a beso, paso a paso,
y regalarnos nuestro impúdico placer al alba.

Muero de ganas por amar, de amarte empapado de ti,
de no querer mas abrigo que tu piel, tu aliento,
de coser a la solapa de tu desnudez, mi último verso,
y de indultar ese momento del olvido.

Muero de ganas por quitarte lentamente la falda,
de sentir tu calor y tu olor, abrochando mi espalda,
de no llorar nunca más nuestra ausencia,
y despertar con mis pies en tu almohada.

Muero de ganas, por volver a descubrir tus sendas,
coronar tus cimas, explorar los surcos de tu piel,
de llorar dos minutos antes, por volver a encontrarte,
por reírme de nuestra despedida, dos minutos después,

viernes, 15 de abril de 2011

No es fácil

No es fácil, prender un atardecer
cuando la luna te vino a buscar,
ni hoy sentir el placer que en la cama
derrochamos aquel día.

No es fácil, escuchar las palabras que
me susurrabas entonces,
cuando disfrutaba de tus ojos
entreabiertos, como ellos adoran.

No es fácil, amar y no poderte amar,
ni volver a volar sin este miedo,
ni abrazarme a tus dudas
que hoy me abrasan de frío.

No es fácil, no hacerte conmigo,
imaginarte sin mi,
no encontrarte en mi camino
no saber nada de ti.

No es fácil, despertar con tu ausencia
llena de ausente deseo,
me pesa como una pena,
en la soledad de mi paseo.

No es fácil no pensarte,
pero creo lo debo hacer,
vivir con nuestro recuerdo
no da vida a este atardecer.

sábado, 9 de abril de 2011

Gracias, Ismael Serrano

Hay días en que alguien que si esperas, te da un abrazo de palabras, te levanta de tu perezosa cama, y te canta canciones que no compuso para ti, hay lugares en que nos juntamos gentes diferentes que tenemos algo en común, hay momentos mágicos e irrepetibles, que crean los magos de palabras y de canciones, hay un tiempo que no pasa, porque se queda contigo, hay veces que el diario se hace festivo, hay trovadores de la vida que te atrapan con sus historias hechas canciones, y te endulzan el alma.

Gracias Ismael por tu concierto de ayer en Madrid, por regalarnos ese trabajo bien hecho, esas canciones nuevas y que sin embargo son las de siempre, las que esperamos de ti, gracias por tu generosidad en el escenario y por tu buen gusto, por hacer del día de ayer una noche inolvidable, y sobre todo por tu mensaje "acuérdate de vivir", todo un consejo sin fecha de caducidad.

jueves, 7 de abril de 2011

En mi barrio te espero

A dormir toca al menos una vez al día,
para sostener en pie este esqueleto de papel,
maltrecho y aturdido, que se arrastra
y le cuesta empujar su cuerpo cansino.

Y mientras tu escarbas, yo ni me entero,
y te doy lo mejor mi, todo, hasta lo que no puedo,
pero en vano los demás no apuestan contigo,
y te aprietan, con todo el tiempo que a mi me falta.

Mi garganta está seca, y mis ojos se empapan,
y no hay diferencia entre tus noches y mis dias,
mas bien el deseo de ambos de besar estas ataduras,
y avanzamos, pero con cierto retraso a destino.

Peor que estar mal, es no estar, que mal agüero,
y dado que aún así no sabe amargo este esfuerzo,
te invoco a visitarme en mi universo,  Latina, Calatrava,
Humilladero, Ronda de Segovia, Puerta de Toledo.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Esa indiferencia

Trozos de ti que en mi retina quedaron, 
han de algún día volverse a juntar, 
olor a azahar, palabras de un sábado,
paseando a mi oido por la Calle Fuencarral.


Canción desesperada que no fue creada, 
ni por mi,  ni para ti,
desvelo trasnochador,  fatiga cansada, 
de un Abril a Marzo sin dormir.


Besos al aire, abrazos en la nada, 
gritos en silencio, sin ecos que guardar, 
suspiros hacia dentro.


Calvario sin pena, rezos sin fé, 
me recuerdan esa indiferencia, 
cuando tú me miras y no me ves.

martes, 22 de marzo de 2011

Aprendí en tu ausencia, día tras día.

Aprendí en tu ausencia, día tras día,
a no comer de tu mano,
a dibujar sin verla tu sonrisa,
a descansar sin haberme cansado,
a volver de vacio al anochecer,
a no confesar mis pecados,
a dormir sin haberme dormido,
a no extrañar ninguno de tus lados,
a desterrar mis deseos los domingos,
a jugar con las islas a solitarios,
a vencer la pereza de los ricos,
a cerrar puertas a tus abrazos,
a besar sin pensar en ti,
a olvidarte sin haberte olvidado,
a reír cuando toque morir,
a refugiarme en mi abecedario,
Aprendí en tu ausencia, día tras día.

viernes, 11 de marzo de 2011

De tus alturas a mi profundidad

Me daría igual, si no fuera porque eres tú,
que los días pasaran uno tras otro,
y lo pienso mientras espero el autobús,
escuchando a dos chiquillas hablar de amor.

Me daría igual, si no fuera porque me recuerdan a ti,
que las gentes se miren, se besen y se abracen,
por alguna razón, es un don que no me pertenece,
y un pulso perdido con la "madre" distancia.

Me daría igual, si no fuera porque no estás,
que temblara el misterio, como decia mi madre,
que mi cabeza estallara de no pensar en nadie,
o que te dejes ver en las calles de mi ciudad.

Me daría igual, si no fuera porque no me escuchas,
callar o decir, reir o llorar, pensar o no pensar en mi,
y a mi vuelta de todo, no contar con nada,
ni siquiera contigo, perdida injustamente en el olvido.

Me daría igual, si no fuera porque no puede ser,
quitarme todos mis trajes, y vestir mi desnudez,
pensándote de vez en cuando, como antes lo hacía,
y saciar mi sed con las esencias de nuestro placer.

Me daría igual, si no fuera por que tal vez me estés llamando,
perderme tu último beso, escribirte algún que otro verso,
abrazarte una vez más, como siempre sin poderte abrazar,
y volar mas allá del suelo, de tus alturas a mi profundidad.

jueves, 3 de marzo de 2011

Hay veces

Hay veces que la cosecha no da fruto,
y en el mercado de luto, compro ilusiones perdidas,
hay días que la paz, se vende a precio de oro,
y el hambre también, y se tiende a especular con el dolor.

Hay veces, que el amor brilla por su ausencia,
demasiadas veces diría yo, pero vagos estamos,
si no vamos al mercado a revisar su precio,
creemos anda fuera de presupuesto, tanto como la vida.

Hay veces, que la justicia es lenta y tardía,
y aburre las celebraciones en las que les toca cantar,
suena el mismo vals de siempre, y la solemnidad sombría
reparte injustamente, y a quien más tiene, más les da.

Hay veces que la libertad, se disfraza y no se reconoce,
y el color de su mirada se pierde, y se confunde
con palabras y promesas falsas, y encorsetan sus principios,
con acuerdos desleales, con excesos y derroches.

Hay veces, que el sufrimiento ajeno se ignora,
y desayunamos con él como todos los días, a la misma hora,
con esa insana y sorda costumbre, de un rostro aburrido,
un día más, hoy no toca cambiar nada, sobre todo lo nuestro.

jueves, 24 de febrero de 2011

Que no te importe

Que no te importe la tristeza,
ni las preguntas sin respuesta,
ni las alegrías que pisas,
ni la huella que dejas.

Que no te importe, la llama
del fuego, el ascua encendida
a tus pies desnudos, el rescoldo,
la ceniza, el humo.

Que no te importe, el olor
a tierra mojada, que entra
por tu ventana abierta, y te empuja
a cerrar los ojos y respirar.

Que no te importe, el veneno
que despertó tu piel,
ni pensar que rozas el cielo,
ni querer salir de donde estés.

Que no te importe, el como,
ni donde ni cuando,
ni desertar de tu vida,
para perseguir tu sueño.

Que no te importe el placer,
ni el sufrimiento,
ni las arrugas de tu cuerpo,
por este paso, por este tiempo.

Que no te importe la calma,
el recuerdo, el olvido,
que no te importe el exceso,
la locura, lo desconocido.

Que te importe la vida,
y no se mueran tus sentidos,
que no te importe morir,
tan solo porque has vivido.

viernes, 18 de febrero de 2011

El tiempo pesa

No se si es tarde ya, o el tiempo pesa,
quizás sea que camino con cierta calma,
y acostumbrado a las llamas de un fuego que no quema,
me abrasa la desesperanza de no esperar nada.

Soporto los vaivenes de quien busca algo más,
y eso te lleva al mundo de los incomprendidos,
laberinto y murmullos distintos, que solo entiendes tú,
y que nada dice cuando lo intentas explicar.

En tiempos avanzados, donde todo tiempo es poco,
resulta que en mi mismo me enroco con mi pasado,
y desemboco en un presente incierto, abierto,
y aun despierto pienso, si he despertado.

Cuantas veces he deseado ver el revés,
tan solo por una noche,
y despisto al reproche, pero es que a veces
no puede ser, lo que nunca fue.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tal que ahora en Edimburgo

Estamos en el salón, y atardeciendo aún,  aprovechamos la casi perdida luz del dia, mi hija María Elena y yo nos tomamos un café y lo acompañamos con una larga charla buscada a conciencia, los cristales empañados por el calor de la habitación y la humedad y frio del exterior, dejan leer palabras y frases resucitadas que otras gentes dejaron aquí, y apuesto que nunca olvidadas. Con aún mucho por contarnos, decidimos encaramamos en cada una de las puntas del sofá a leer, nuestras piernas se cruzan y una manta las abriga, ambos levantamos nuestras miradas al menor ademán o gesto, y surge un comentario trivial que hace saltar por los aires nuestros pensamientos, pero nuestra cara expresa un interés especial por lo que en ese instante nos decimos, sin duda apostamos por exprimir todo el jugo al momento y disfrutarlo. Instantes así, no se dan todos los días.

En pocos minutos la noche caerá, y marcará su posesión y sus normas, y la magia de este espacio en tierra de nadie, verá caer el telón, y solo repetirá función en nuestro recuerdo. Gracias que este escenario lo contempla, esta ciudad cercana y hermosa,  donde la tibiedad del sol, la da una resplandor apagado que te sumerge en una melancolia permanente, a tiempo de despertar emociones perdidas.

Y mañana? ......mañana será otro día.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hoy la niebla cala

Hoy la niebla cala, hasta
los pensamientos más lejanos, 
aquellos que lo fueron 
tan solo alguna vez, 
y ese juego hoy me inquieta, 
al menos el tiempo que dure,
y me abandono a ello y me presto
frente a esta indiferente frialdad.


Me llegan cantos de sirenas 
que se cruzaron en mi vida, 
y me viene cuando tomabas un café 
dos o tres mesas más allá de la mía, 
y aquel encuentro al cruzar la calle, 
y cuando te perdí al doblar aquella esquina 
que apresurado yo también doblé por ti, 
pero ya no estabas, ya no te vi, 
o después, a la salida de aquel cine, 
secando aún tus lágrimas 
que provocaron ese final previsto, 
o en la estación del metro de Gran Vía, 
cuando me quedé fuera de tu vagón
por un maldito segundo, 
y cuantas horas me sobraron después.

Persigo una quimera, 
con sus caras y sus cruces,
sus alegrías y sus penas,
y su felicidad contenida,
tal cual quizás sea yo,
pero allá quedó todo, sin tan siquiera
llegar a ser, supongo, que el destino 
andaba en otros quehaceres, 
y dejó mis asuntos pendientes,
y los tuyos también, quien quiera que seas,
donde quiera que estés, 
hoy la niebla cala, hasta los recuerdos
de aquello que no fue ni pudo ser,
y me siento más falto de ti,
ahora que aún no te encontré, te digo, 
que hoy nuestro pasado, me come por dentro.

viernes, 28 de enero de 2011

Un despertar

Desperté en la oscuridad angustiado y empapado en sudor, juro que sentí miedo, entonces te llamé y estabas, todo fue distinto, y nos encontramos en la soledad de la noche donde nuestros paseos son especialmente íntimos, y hablamos a escondidas en aquel banco que siempre es nuestro, nos contamos nuestras cosas, lloramos, reímos, tan solo eso, como siempre y sin embargo, pareciera que nos fuera la vida en ello, nada había más importante que nuestras palabras, que nosotros, y abrazados nos quedamos dormidos en un leve sueño, luego volvimos a casa y nos preparamos un té, y con una toalla secamos la humedad que en nuestros rostros dejó aquella fina lluvia. Después de un baño bien caliente, nos fuimos a la cama e hicimos el amor amándonos,  en nuestra presencia la calma nos calmó, y se apoderó de nosotros el más dulce de los sueños.

Desperté sin ti, y juro que sentí escalofríos, entonces te llamé y nadie contestó,  fui a buscarte y no te encontré,  pregunté por ti y nadie decía conocerte, y sentado en ese mismo banco donde tantas y tantas veces estuvimos los dos, intenté descifrar todo aquello, pero solo pude llorar de tristeza, y al caer la tarde volví a casa solo, agotado,  y perdido te seguí pensando.

En esta madrugada aún despierto, todo se me viene a la cabeza y juro que siento, una inmensa tristeza, confundido y cansado me quedo dormido, con la esperanza de volver a despertar sin ti,  pero contigo. 

martes, 18 de enero de 2011

Insolidario

Digo que me importan, mi pasado y mi futuro,
y mi presente, pero algo menos el de otros,
mi pensamiento, y el mio del tuyo,
mis canciones, mi guitarra, mi orgullo.


Me importan, mis zapatos cómodos, mi bufanda,
mis pantalones de su talla, y la toalla
seca en mi baño, mis monedas que no falten,
mis olores y mis perfumes nuevos de vez en cuando.


Me importan, el color de mi sombrero,
mis arrugas, mis canas, mis patas de gallo,
mis venas, mi piel, mis uñas y mis manos,
y mis labios cada vez menos besados.


Me importan los años, y su paso,
mi sonrisa a juego, y el color de mi abecedario,
mis temores, mis placeres, mis rechazos,
y hasta las limosnas que doy, sin pensarlos.


Me importa, casi todo, y por nada me cambio,
y siempre juro que lo haré, a primeros de cada año,
algo así como todos, un par de veces a diario,
cuanto me queda para ser, alguien solidario.

martes, 11 de enero de 2011

Un minuto en tu recuerdo

Me da la vida el tenerte a mano,
pensar tu ilusión y esperanza,
pero mucha tristeza si no lo siento así,
te imagino un día como hoy,
esperando a quien ha de ser tu nuevo amor,
y hasta el gesto que sacarás de paseo,
adivino os ahogaréis en un mar de palabras,
y os besareis en un sin fin de silencios,
pudiera estar ocurriendo tal que ahora,
o tal vez, no ocurra nunca más,
y sea irrepetible lo que no tuvo perpetuidad,
no lo se, ni quisiera fuera mi consuelo,
si él ha de ser tu amargura, tu infierno,
no me condenes a saberlo, porque no quiero saber,
no me llames ni me escribas, no me llores
ni me rías, solo miénteme una vez más,
tú sabes lo que quiero decir, engáñame con tu verdad,
regálame tan solo, un minuto en tu recuerdo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Navegar...por la vida

Navegar en tiempos revueltos, es algo así como vivir a contracorriente, dichosa la emoción que nos acompaña en la ruta de los esfuerzos, ello nos recuerda que no vivimos en un sueño, que todo es posible y buscarlo, nuestro mejor y más preciado juego. No querer saber, no querer sufrir, es un atajo por el camino más largo y aburrido, es sentarse a mirar el paso de la vida, y contemplarla desde la placidez de un futuro seguro y cierto, pero debes saber, que no es gratis, es el precio que pagas por este peaje absurdo, por la tranquilidad de un paisaje muerto, es el yugo que te impide ser quien eres, para ser como quieren ellos, prefiero pues, los vaivenes que me trae la incertidumbre, el hambre, la soledad, el amor o el deseo, prefiero equivocarme mil veces, y mil veces más, y cuando el tiempo amaine de verdad, cuando me falte el fuego, cuando sea un esfuerzo el pensar, cuando en mi casa no encuentres espejos, quiero poder recordar en mi último recuerdo, que hice la travesía , que nada fue fácil, que navegué en tiempos revueltos.

domingo, 2 de enero de 2011

Año tras año

Buenos tiempos para los pedigüeños,
que en un alarde de ironía
le pedimos más a la vida,
para seguir despilfarrando.

Que lástima, tener el listón tan bajo,
no ver, aún cuando poseemos vista,
no oir, no escucharnos,
no saborear sorbo a sorbo cada día.

Compro toda tu tristeza,
a cambio de todas mis alegrías,
dice un verso de un poema
aún no escrito, y quisiera escribir.

Me sobran razones para
entristecer hoy, pero bendita tristeza
que habita en mi puerta a
primero de cada año.

Y también la nostalgia, la melancolía,
las miradas perdidas, el reencuentro
con tus hermanos, las lágrimas
que no lloran, y los besos que no has dado.

Y a la ilusión, a la alegría, a esas risas
incontroladas que te impiden respirar,
a esas incumplidas promesas, y a los chistes malos,
a las bienvenidas, a las despedidas.

Todo convive, y todo ocurre porque sí,
No pidamos más, está en nosotros y es mágico,
dejemos que "Dios" reparta su suerte,
a quien cree, a quien lo necesita, a quienes olvidamos.