miércoles, 6 de junio de 2012

Blanco amor de alcoba

No te bajes de mi cama y duerme a la noche,
déjame quedarme en ti para sobrevivir a esta
fantasía, compra mi alegría a precio de saldo,
y hazme el regalo de tu cuerpo transparente,
dibuja tus caprichos en mi frente, y pídeme hoy
lo que quieras, regálame una primavera para
no despertar.

No te bajes de este altar, hagamos liturgia
de nuestros deseos, promesas de nuestros
rezos, y vida de nuestra penitencia, paciencia
de nuestra ansiedad, ábreme tu cuerpo
en canal para fundir nuestras vidas por unos
instantes, y sucumbir al placer de esos
amantes que fuimos hoy.

No te vayas cuando yo vuelvo, la noche espera
y aún no tiene prisa, quédate con mis trizas
siquiera hasta que me olvides, regálame tus
veinte abriles treinta años después, y te juro
que al amanecer yo estaré dormido, hazme
reir como entonces, hazme soñar como ahora,
regálame, este blanco amor de alcoba.

No te esfumes de mis sueños. Que lejos quedó
el pasado que nunca pasó.