lunes, 5 de octubre de 2015

Larga noche

La noche, esas horas largas de insomnio
que me trajeron tus besos atrasados, como
si fueran de ayer  mismo, con el sabor a
esa eternidad que habita bajo tu falda,
y bajo tu ombligo.

Aún recuerdo tu boca besando mi nuca.
La vida salvada en un instante. Mis
fuerzas vencidas a tu deseo y las
insaciables ganas de tu hambre, y ese
olor a delirio de tu carne perfumando
mi soledad.

Las luces quebradas, alumbraron las
siluetas del amor sobre el altar de
aquella cama. Desnudas vinieron las
mañanas. Un septiembre más huyendo
de dios, y por cada paso dado, un paso
menos para llegar a vos.

Y al final, como casi siempre, me fui
callando aquel te necesito que nunca
quise decir. La noche no me regalará
siquiera la luz que vendrá y sin embargo,
suya es la canción que estoy a punto de
terminar de escribir.

Creo que a esta angustia le sobran, las
mil sombras que habitan en mi.