jueves, 14 de julio de 2011

Mientras espero

Me gustaría que las palabras me hicieran crecer,
y pudiera entender las mil cosas que quiero decir,
embriagarme de ti, y de lo que fuimos tal que ayer,
y morir de amor para morir en vida.

Pedirlas lo imposible, para que me lo alcancen,
y marcharme contigo al horizonte, al infinito, solos,
no esperar permisos de este presente que ya es pasado,
y arropar nuestra esperanza, de bocas y abrazos.

Alguna vez fue así, y envejecimos juntos unas horas,
para darle calor a esa tarde que se anunciaba fría y gris,
y frente a frente, desnudos, juramos volver a envejecer,
si el destino nos regalara a su antojo, un amanecer incierto.

Y se que el calor no da frio, ni el amor tristeza, solo si faltan,
también se, que pedir no basta cuando hay tanto por hacer,
y hacer no me vale, si no es contigo, me enroco en mi mismo
esperando una señal, que señale adonde yo quiero marchar.

Olvido cada día, para volverte a decir lo que siempre te digo,
tu verás si te haces cómplice de esta locura, que repite sueños,
despierto a la pasión para enloquecerme de este juego,
mientras saboreo la sal del sudor, que empapó nuestro cuerpo.

Me quedan nuchos despertares, pero cada día, uno menos,
quisiera morder las ansiedades que crecen en las noches,
jugarme la vida a cara o cruz, a un presentimiento,
y no reprocharme nunca los reproches, que no se hicieron.

Sentado, no hago otra cosa que preguntarme a mi mismo,
y por una rendija veo el abismo de los caprichos baratos,
esta tarde, olvidaré los recuerdos que ya olvidé, y olvidando
pudiera ser, que de tanto olvidar, de tí me haya olvidado.

4 comentarios:

Rodolfo Serrano dijo...

Adelante, mi amigo

Jorge Castro dijo...

"Envejecimos juntos unas horas,
para darle calor a esa tarde que se anunciaba fría y gris". Excelente poema, Antonio. Un abrazo.

Romano dijo...

Un Antonio haberte conocido ayer,,,,recuerda enviarme el enlace,,nos vemos,,

Anónimo dijo...

Un poema precioso lleno de todas esas cosas que mueven a las personas que esperan y aman que sufren y sienten que viene y van. Precioso la verdad.