Bendita la imperfección, que deja
todo a nuestro alcance, todo
por acabar, por concluir,
y destierra al olvido la sensación
de plenitud eterna.
Bendita la comida que no sacia,
que no llena, y nos deja
con hambre de ser, un día más.
Bendito el descanso, si no amordaza
el deseo de desear.
Bendita esa forma y manera de no estar, ni ser
como nadie, ni como aquel que nos enseñó.
Bendita esa bendita ilusión, de querer ser tú,
de querer ser yo.
Bendita sea, esa perfecta imperfección.
5 comentarios:
Bendita la casualidad que me trajo a leerte.
Benditas tus palabras...una maravilla!!!
uffffffffffffff, simplemente hermoso.
Un abrazo Antonio,un lujo,,,
"Bendita sea, esa perfecta imperfección", si no, qué aburrido sería el mundo. Un abrazo, Antonio.
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