viernes, 26 de noviembre de 2010

A tu impaciencia

Me llevas contando, que uno de tus sueños está a punto de tocar la realidad, lo disfrutamos y lo hablamos, y quisiera vieras tu cara cuando te escucho, toda llena de vida e ilusionada de lo que tienes por vivir, tus ojos delatan la impaciencia, tanta, que estando a punto de suceder  pareciera nunca hubiera de llegar, ¿verdad?, pero tú sabes que no es así.

Ha pasado un poco de tiempo,  hablamos,  y me repites lo que últimamente me he acostumbrado a escuchar, y observo te exiges más, comprometiendo así al azar, das por hecho cosas que aún no sabes y que incluso quisieras que sucedieran, entonces me pregunto y te propongo, ¿porque no mejor te dejas llevar?, quizás tu sueño tenga preguntas y el tiempo traiga respuestas, quizás el viento sople en una dirección desconocida, imprevista, pero ¿que mejor que esto en una vida tan a veces adivinada?, deja a la vida que te sorprenda, que te cambie el paso, tú solo  siéntela y siéntate de vez en cuando con ella a contemplarla. 


Se que quisieras saber antes de suceder,  pero por una vez, no te andes con  prisas, no te agobies,  y disfruta el dulce momento que está por venir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Casi me asusta la precisión con la que describes cómo siento, vivo y sueño...sobre todo esto último! Como siempre, intentaré poner en práctica tus sabios consejos.

Un beso enorme papá!
Elena