jueves, 15 de diciembre de 2011

A una pared escrita

Sin fe para contar me pongo a ello,
y le robo al día un destello que se perdía,
un sentir que no salda deudas pendientes,
una lejanía que estaba en frente, y de las
paredes escritas tomo palabras prestadas,
entre colores descoloridos y líneas inclinadas,
la soledad se apropia de nombres repetidos
de historias inacabadas, y tú y yo ausentes.

En ese paseo a ningún lado de esa fuga hacia
el pasado, me distraje con burbujas de jabón,
de aquel rincón su espacio, de aquella espera
lo inesperado, de aquellos días aquel rato,
y de esa estación fría, el sueño y el desvelo,
de aquel regreso el no haberme marchado,
de aquellas prisas las sonrisas, y los mil lunares
como estrellas entre cuentas de un rosario.

Diez dedos pringados y un helado derretido,
el horario interrumpido por aquel obediente
reloj, cruda madrugada que nos marcó el
camino de vuelta y de ida, y esa pelea perdida
con la levedad de la nada y el todo, esos besos
sin modos, y el sexo bebido sorbo a sorbo,
ese mundo sin universo que vaga a la deriva,
ese quiero sin puedo, esa forma de vida.

Ese frescor al amanecer de una resaca, esa "flaca",
esas cervezas de la esperanza, y ese plato del día
que es todo un manjar, esa compañía que no
tiene precio, esa confesión frente al espejo, ese quien
da más, ese pensamiento que va y viene, ese placer
de los placeres, esos excesos de pelo en pecho,
esos recuerdos que nunca vuelven,  esos olvidos
que siempre vienen, ese pecado que nunca lo fue.

4 comentarios:

Joaquín Pérez Azaústre dijo...

Querido Antonio, me encanta este poema. Pero es una canción, no? Al menos, tiene ritmo de canción o podría tenerlo. Te imagino cantándola y podría quedar fenomenal.

Espero que todo vaya tan bien como la letra.

Un fuerte abrazo!

Rodolfo Serrano dijo...

Opino lo mismo que Joaquín. Antonio, fue un placer encontrarme contigo

Anónimo dijo...

un poema precioso Antonio te deseo un maravilloso 2012 y todo lo mejor para ti.

Anónimo dijo...

Una letra preciosa Antonio. Un abrazo