miércoles, 17 de octubre de 2012

Salgo de mi

Salgo a ese camino virgen que no he de pisar,
seguro de que mi pensamiento no ha de borrar
huellas que no sean las mías, a saludar a esa
letanía que aún no ha llegado, a desnudar la
pereza,  a redimir la tristeza.

Salgo a indultar ese sueño por escribir, a olvidar el
porvenir que atrás quedó, a buscar la esperanza
que hoy me dio esquinazo, a tentar a ciegas
amores y abrazos, a probar la suerte en balde,
y a regresar a esa tierra de nadie.

Salgo a buscar esa fragancia imposible y olvidada,
a escapar de ese adiós que vendrá, y a llorar, que
es más que probable, a perderme en lo insaciable,
a enredarme en el próximo pasado, a escribir en
los tejados.

Salgo a salir un tiempo de mi, y a descubrirme a
poco que me pase, a cruzarme contigo una y mil
veces más, a encontrarme con la soledad, y a
pararme frente al mismo escaparate de siempre,
para deshacerme en este inútil deseo.

Salgo a dilatar mis excesos, buscándote entre
todas, a reconocer a la aurora de nuestro último
amanecer, a recuperar el ayer, y a musicar las
penurias de los últimos versos que escribí, a
no pensar, a vivir.

Salgo a sonreir y entre tanto, salgo a salvar de
la quema a los fracasos, a brindar con el mejor
de los vinos, y a vaciar mis bolsillos de ansiedades,
a contar las mentiras en un estribillo, a cantar a
medias las verdades.

Salgo como he dicho, a encontrarme.



1 comentario:

Emmanuel dijo...

Hermosa entrada antonio!, saludos desde Buenos Aires!