viernes, 27 de mayo de 2011

Al silencio

Un día de estos y no me preguntes cual, me iré a buscar al silencio
que perdí en algún lugar de mi pasado, el mismo que ya no existe,
y trotaré el mundo de cabo a rabo para darle lo que es mio y puedo,
y espero alimentarme de ti y de tu misterio, allá donde te encuentre.

Escucharé el murmullo de sirenas en las entrañas de la tierra,
cantaré al paisaje de esa naturaleza olvidada y castigada, pero viva,
sentiré sobre la brea, el rugir de los coches y el quejido de sus voces,
arroparé mis canciones a tu abrigo y me abrazaré a ti como al amor.

Dejaré de escuchar palabras desnudas y vacías, que falta hace,
y para encontrar y entender al viento, invitaré a mi ánimo a este viaje,
y conversaré con las estrellas, y con la mar cuando toque, y los ríos,
y los arroyos, y vendrá la quietud para aplacar las convulsiones del alma.

Pensaré en el infinito como mi próximo destino, y dejaré que la brisa
me regale unas caricias de frescura, y me acostumbraré a ver atardecer
en el campo o en la orilla,  o en una ciudad de tantas donde
llegaré para no quedarme, y sentiré tu adorable presencia en mi.

Y volveré de nuevo algún día, al lugar donde ahora no estoy, para escuchar
sin decir, para recordar el nido que un día habité, para agradecer la partida
y lo aprendido a fuerza de querer,  para escribir sobre este cuaderno
ayer vacío y hoy lleno de mi, para no olvidar lo que un día aprendí de él.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder Antonio, que buena!!! Es un placer leerte.

Jorge Encinas Martínez dijo...

Es un gran regalo leeerte: un viaje hacia el silencio y hacia la palabra, hacia uno mismo y hacia la tierra, hacia el pasado y hacia el futuro. Un viaje que es la vida, cuando se sabe vivir y sentir.

Un abrazo

Rodolfo Serrano dijo...

Uno de mis viajes preferidos.

Anónimo dijo...

el deleite de tus palabras suenan aun en mi cabeza, gracias por existir