Seguro que te echaré de menos, más que
a mi mismo, ya no podré buscarte para
mirarte y encontrarme, ni descansaré
tranquilo sabiendo que desordenas tus
cosas en otra habitación.
Al menos me queda la intención de
saberte feliz, devorando los días como
si estuvieran aún por llegar, atrapando
los momentos al temblor de tu cuerpo,
y naciendo cada día.
Saber que te espera lo que no esperas,
es comulgar con la vida, es despistar a la
monotonía, es regalarte la palabra esperanza,
es despertar a la ilusión que hace tiempo
duerme bajo tu almohada.
Al café de la mañana pídele de todo, al
bajar las escaleras, subirlas con ganas,
a las preguntas, sonrisas, a las respuestas,
batallas ganadas, a los recuerdos, tu reposo,
a tus ojos, esas miradas.
Mañana tocará otra cosa, quizás saltar
otra muralla, o meditar en la noche a la orilla
de la mañana, pero lo de hoy es tu palabra,
tantas veces en puertas de nada, lo de hoy,
es tu vida y mi esperanza.
Nos dijimos adios en el aeropuerto, nos
regalamos, miradas, abrazos y besos,
no se que me pasa, que en las despedidas
siempre me echo de menos, sobrevivimos a
este jueves, que venga si quiere el invierno.
Te quiero
6 comentarios:
Precioso.
Que venga el invierno.
Aun estando lejos estás tan cerca de ella... Se nota cuánto la quieres.
Un saludo, amigo Antonio.
"Saber que te espera lo que no esperas es comulgar con la vida": unas cuantas frases para enmarcar, mucha sabiduría de la vida y mucho amor por tu hija. Me encantó.
Un abrazo
Fuerza Antonio, en tus letras detallas esa vida cómplice de tu vida, y ahora aprendiendo a vivir con su mirada en tu retina.
Ya me afrontaré a ese mismo destino dentro de poco y pediré auxilio a las letras para que sequen mis lágrimas.
La poesía nos salva.
Un saludo grande.
Es parte de la vida decir adios.... ahora veras si todo lo que le diste a lo largo de vuestras vidas fue suficiente para sobrevivir a su nueva experiencia.... solo te digo quien ama deja ir... si vuelve a ti es tuyo..... y yo creo que ella siempre volvera....
Llego tarde como siempre, y más que cuando menos me importa hacerlo, más me duele otras. Acabo de leer esto que me dedicaste, como agradecerte todo el tiempo que me dedicas y la sabiduría de tus palabras, poder aprender de tí cada minuto, a cada palabra y cada silencio y que tú también lo hagas regalandome estos detalles tan tuyos, con el orgullo de poder decir que son solo míos aunque los comparta. Nunca es tarde si la dicha es buena, y más buena es la mía. Muchísimas gracias por dedicarme este poema. Un beso enorme . Te quiero.
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